El frío llegó y con él, la pregunta que nos acecha (sobre todo si es el primer invierno con su bebé): ¿Estará bien abrigado? ¿No estará transpirado? ¿Y si se resfría?
Abrigarlo demasiado puede ser tan incómodo y contraproducente como no abrigarlo lo suficiente. Por eso, hoy te compartimos algunos consejos simples para que tu bebé esté calentito, cómodo y seguro.
La regla de las capas: menos es más
Un buen truco es aplicar la regla de las capas: vestilo con una capa más de la que usarías vos en ese momento.
Las capas permiten mantener el calor corporal y también regular la temperatura fácilmente, sacando o agregando según el ambiente. Por ejemplo:
Body de algodón como primera piel
Enterito o pantalón y buzo de un tela liviana y abrigada al mismo tiempo como towel frizado o plush suave
Los chalecos tejidos o de polar soft son un gran aliado para que mantengan el pecho calentito sin que pierdan movilidad.
Abrigo liviano tipo polar o corderito
Si salís, un gorrito de lana o de piel que le cubra bien las orejas
¿Cómo saber si tiene frío o calor?
El mejor lugar para chequear no son sus manos o pies (que pueden estar fríos igual), sino la nuca o el cuello: si está caliente y seco, está bien. Si lo notás transpirado, probablemente esté muy abrigado.
Dormir calentitos, pero seguros
Para dormir, evitá frazadas sueltas y optá por opciones más seguras como:
- Bolsas de dormir para bebés
- Pijamas enteros abrigados
La temperatura ideal del ambiente es entre 20 y 22°C y recordá que los bebés no deben dormir mantas gruesas o almohadas que puedan cubrirles la cara.
Telas que abrigan con suavidad
El invierno es ideal para sumar prendas hechas de algodón, towel frisado, plush suave, micropolar o lana bien fina que no pique.
En Le Cocon usamos telas suaves y respirables, ideales para pieles sensibles. Abrigan lo justo, no pesan, no pican y permiten que se muevan cómodos todo el día.
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